jueves, 9 de febrero de 2012

El niño que llevamos dentro.



Sin preocupaciones,sin presiones sin nada de lo cual uno tenga que pensar mas de 5 minutos. 
¡Esa es la ventaja de ser un niño!
A veces extraño ser una niña, cuya única preocupación era donde dejaba su muñeca.
Pero crecer es interesante, uno va dejado atrás los rituales de niños y se prepara para dar el paso siguiente.

Las muñecas y los autitos quedan olvidados bajo la cama, hasta que alguien se digna y los guarda en una caja, los mete al fondo del armario y nadie los recuerda mas.
La ropa rosada o con personajes de ficción se regala para hacer feliz a otro niño/a que todavía no ha dejado de vivir esa parte mágica de la vida.
Los colores ya se amoldan a las lineas y los garabatos pasan a ser 'dibujos abstractos'. 
Las princesas o los príncipes, dejan de ser mágicos y pasan a ser sólo dibujos de la televisión.
Los monstruos ya no vienen por nosotros y la sábana deja de ser aquel elemento que te cubre de cualquier cosa.
Nuestra mente se comienza a ocupar de otras cosas y no de preguntar todo lo que se nos cruza por ella.
Pero algún día, pequeñas cosas de la niñez se van retomando, las cajas con juguetes se encuentran y al abrirse se recuerda esa época en la que todo era mas simple.
Deseamos volver a ella, pero sabemos que no sería lo correcto ya que lo importante es lo que tomamos de aquellos momentos y lo guardamos en nuestro corazón.
Nunca dejamos de ser niños mientras la felicidad y el amor habite en nosotros, el niño que llevamos dentro siempre esta preparado y dispuesto a salir en alguna que otra acción.
No nos olvidemos que las cosas en un principio eran fáciles y simples y eso no ha cambiado, las que las complicamos somos nosotros mismos.

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